Nicolosi, 22noviembre 1985
Al Ministro de Gracia y Justicia, On. MARTINAZZOLI.
y p.c. al Presidente del Seando, On. A. FANFANI
al Presidente de la Cámara de los Diputados, On. Nilde jotti,
a la Stampa.
Señor Ministro,
“¡DE CIERTOS PERIODISTAS, NOS PROTEJA DIOS!”.
La costumbre de ciertos periodistas es aquella de
traspasar los límites que les son permitidos, pisoteando las más elementales
normas de los tan nombrados “Derechos Humanos” y violentando, con cínica
desenvoltura, la justicia que todo ciudadano tiene el derecho de gozar.
Sucede frecuentemente que un indicado (reo no juzgado),
está obligado a sufrir por ciertos periodistas una violencia psicológica
inaudita, cínica, salvaje, desconcertante, privada de toda humana piedad.
Sucede también que el indicado sea absuelto con fórmula
plena ¡por no haber cometido el hecho!
Y “ciertos periodistas” que gozan de esta absurda y antidemocrática
libertad, que han prácticamente marcado de infamia la inocencia, permanecen
impunes y remunerados por haber malogrado y manchado la vida de un ciudadano. Un
reo que reo no era, deberá así llevar para toda su vida una marca insoportable.
¡Sí, Señor Ministro, la cosas están así y es una vergüenza,
una violencia intolerable!
Eugenio
Siragusa
All.2.
ESCRIBO PARA LOS
DESCENDIENTES EL 7 JUNIO 1982:
“LA PRENSA”.
UNA MONSTRUOSA BESTIA, VISCOSA Y VENENOSA, AL SERVICIO DE
LA HIPOCRESÍA, DE LA MENTIRA Y DE LOS NEGOCIOS VILES.
“LA PRENSA”
UN CRISOL DONDE LOS POTENTES Y LOS TIRANOS DE LOS PUEBLOS
HACEN LA ALQUIMIA DE LAS BÁRBARAS MALDADES Y DE LAS MANIPULACIONES ENGAÑADORAS.
UN INSTITUTO DEMONÍACO EN EL ADIESTRAMIENTO DEL
SERVILISMO Y DE LA ESPECULACIÓN FRAUDULENTA, SUTIL Y MENTIROSA.
UNA CLOACA DE DESHONESTIDADES Y DE SUCIEDADES.
¿LOS PERIODISTAS...?
EXCEPCIÓN A PARTE, TODOS, PRÁCTICAMENTE CONDICIONADOS,
PROGRAMADOS PARA EMPASTAR DE VENENOS QUE SUMINISTRAR A LA OPINIÓN PÚBLICA, EN
GRAN PARTE ÁVIDA DE SUCIEDADES VENENOSAS.
Eugenio
Siragusa.