UN DÍA, CON UN TONO DURO Y DE GRAN TRISTEZA EN LA VOZ, ME
DIJERON:
“UNA HUMANIDAD CON UNA EVOLUCIÓN ALTÍSIMA OS ENVÍA
ASTRONAUTAS Y MISIONEROS DESDE UNA DISTANCIA DE VARIOS AÑOS-LUZ SOBRE LA
NATURALEZA DE VUESTRAS EXISTENCIAS, MAS EN VEZ DE AGRADECERLES SUS ESFUERZOS
PREFERÍS IGNORARLOS Y ESCARNECÉIS TODAS LAS ENSEÑANZAS QUE ELLOS OS TRAEN;
SABED QUE UNA EVOLUCIÓN FRACASADA Y UNA CATÁSTROFE PLENA SERÁN LAS
CONSECUENCIAS IRREMEDIABLES DE VUESTRAS ACTUACIONES”.
LUEGO AÑADIERON:
“EN UNA VIDA ANTERIOR CADA UNO DE VOSOTROS HA TRABAJADO
AL ESTABLECIMIENTO DE LA CIVILIZACIÓN TAL COMO ES ACTUALMENTE; TODOS HABÉIS
COLABORADO, PARTICIPANDO AL DESARROLLO DE LA HUMANIDAD.
COMPRENDÉIS AHORA QUE PREPARÁIS HOY EL MUNDO QUE SERÁ EL
VUESTRO EN EL PORVENIR, ASÍ COMO OS HABÉIS CREADO TAMBIÉN AQUEL EN QUE VIVÍS
HOY.
COMO TUTORES DE VUESTRA ESPECIE, SOLO PODEMOS CONDENAR
VUESTRO COMPORTAMIENTO; PERO SABED: ESTÁIS VIGILADOS RIGUROSAMENTE POR UNA RAZA
SUPERIOR QUE NO OS PERMITIRÁ JAMÁS LLEGAR AL DESASTRE DE UNA GUERRA NUCLEAR”.
Los
hermanos mayores del espacio.
Eugenio
Siragusa.
Década de los 60´.