De
Eugenio Siragusa
“SE REAVIVA EN EL HOMBRE LA SOMBRA
ESPECTRAL DE UN TRISTE ATÁVICO PASADO”.
NO HAGAS EL MISMO CAMINO POR EL QUE
HAS SIDO MALDITO.
MEDITA, ESCRUTA EN LO PROFUNDO DE TU
ALMA Y VERAS QUE, DEL OTRO LADO DE LA GRAN LUMINOSA CRUZ, TE ENCONTRARÁS A TI
MISMO, DESPAVORIDO, CULPABLE, DE RODILLAS ANTE EL GRAN PECADO, EN ESPERA DEL
GRAN MISERICORDIOSO PERDÓN DE DIOS Y DE LOS CIELOS.
*************************
EN AQUEL REMOTÍSIMO TIEMPO TODA LA HUMANIDAD
DEL PLANETA LUCIFER SE SENTÍA IRREMEDIABLEMENTE PERDIDA.
YA NO HABÍA MÁS ESPERANZA DE SALVACIÓN
Y ERA NECESARIO HUIR, HUIR LO MÁS PRONTO POSIBLE. MILLARES DE NAVES ESPACIALES
ESTABAN LISTA Y OTRAS LLEGABAN DE LOS PLANETAS MARTE Y SATURNO.
EL PLANETA CONDENADO A MUERTE POR UNA
LENTA Y PROGRESIVA DESINTEGRACIÓN YA ESTABA ALCANZANDO EL PUNTO CRÍTICO. ERA
NECESARIO ACTUAL RAPIDÍSIMO, LA DEFLAGRACIÓN FINAL PODÍA ACAECER DE UN MOMENTO
A OTRO. LA ENERGÍA ATÓMICA QUE EL HOMBRE HABÍA DESENCADENADO, CON TANTA
LIGEREZA, HABÍA CREADO UNA DESINTEGRACIÓN EN CADENA DE ALGUNOS GRANDES
YACIMIENTOS DE ELEMENTOS SENSIBLES SITUADOS EN EL SUBSUELO DE AQUEL PLANETA.
NADIE ESTABA EN CONDICIÓN DE PARAR EL
CAOS DE UNA POTENTE ENERGÍA VUELTA LOCA Y DESTRUCTIVA. LA TIERRA QUE ENTONCES
SE ENCONTRABA EN LA ÓRBITA DEL ACTUAL PLANETA VENUS, Y ESTE ÚLTIMO EN LA DEL
PLANETA MERCURIO, FUE LA META DE UNA GRAN PARTE DE LOS FUGITIVOS.
EN LA BÓVEDA CELESTE, MILES DE
TRASATLÁNTICOS ESPACIALES HACÍAN EL TRAYECTO ENTRE EL PLANETA AGONIZANTE Y LA
TIERRA, MARTE Y SATURNO, PUNTOS MÁS PRÓXIMOS PARA ENCONTRAR REFUGIO.
LLEVARON CONSIGO CUANTO ERA POSIBLE,
PERO NO TODOS PUDIERON SER SALVADOS.
LA TIERRA, TODAVÍA EN UN ESTADO
PRIMITIVO Y POBLADA EXCLUSIVAMENTE POR ENORMES ANIMALES NO ERA, DEL TODO, ACOGEDORA,
PERO ERA UN REFUGIO PROVISIONAL, EN AQUEL MOMENTO DESESPERADO, HABÍA SIDO
CONSIDERADA PROVIDENCIAL.
CRIATURAS DE AMBOS SEXOS Y DE DIVERSAS
RAZAS CREYERON ENCONTRAR UN TEMPORAL SENTAMIENTO EN ESPERA DE LOS
ACONTECIMIENTOS. EL TIEMPO, DE LO PEOR, YA ESTABA PRÓXIMO Y MIENTRAS SOBRE EL
PLANETA AGONIZANTES MILLONES DE CRIATURAS ESPERABAN LA SALVACIÓN, UNA VISIÓN
APOCALÍPTICA Y CON UN INMENSO RESPLANDOR EN FORMA DE CRUZ IMPACTÓ LA
ATERRORIZADA MIRADA DE LOS SALVADOS.
EL CIELO SE HABÍA VUELTO CLARO Y PAVOROSO,
UNA CÉLULA DEL UNIVERSO HABÍA SIDO MATADA POR EL HOMBRE REBELDE, DESOBEDIENTE A
LAS LEYES DEL COSMOS.
UNA GRAVE CULPA DE NO PUEDE SER
FÁCILMENTE ANULADA Y QUE EL COSMOS CASTIGA SEVERAMENTE.
EL CAOS EN TODO EL SISTEMA SOLAR FUE
DE ENORME ALCANCE Y OTROS MUCHOS PLANETAS, COMPRENDIDA LA TIERRA, CORRIERON EL
RIESGO DE SER EMPUJADOS FUERA DE SU PROPIO EQUILIBRIO.
EL SOL VIBRÓ FUERTEMENTE DEJANDO SALIR DE
SU PROPIA SUPERFICIE UNA ENORME MASA DE MATERIAL INCANDESCENTE QUE LUGO DEBÍA
SITUARSE EN UNA ORBITA MUY PRÓXIMA AL SOL Y QUE NOSOTROS DEBÍAMOS LLAMARLE
DESPUÉS MERCURIO.
LA TIERRA, MARTE, VENUS Y TODOS LOS
OTROS PLANETAS DEL SISTEMA SOLAR RECIBIERON ENORMES CHOQUES, MIENTRAS
GIGANTESCOS TROZOS DEL PLANETA DESTRUIDO SE DIRIGÍAN EN TODAS DIRECCIONES DEL
ESPACIO SIDERAL.
MUCHOS DE ESTOS PEQUEÑOS MUNDOS ENCONTRARON
UN ASENTAMIENTO DEFINITIVO ORBITANDO EN LAS CERCANÍAS DEL PLANETA SATURNO.
LA
PERTURBACIÓN DEL SISTEMA SOLAR FUE DESASTROSA Y EL PLANETA TIERRA, ESTE MUNDO
DE MANTO AZUL, SUFRIÓ, ADEMÁS DE LOS CHOQUES, EL DESPLAZAMIENTO DEL EJE POLAR Y
EN CONSECUENCIA TODOS LOS EFECTOS DE ESTA, NO MENOS, DESASTROSA CAUSA: ERUPCIONES,
ELEVACIONES Y HUNDIMIENTOS DE LA CORTEZA TERRESTRE, INVASIONES LOCAS DE LAS
AGUAS, MOVIMIENTOS TELÚRICOS DE GRAN AMPLITUD.
LOS SERES QUE HABÍAN BUSCADO EN ESTA
UNA TEMPORAL PERMANENCIA, PARA SALVAR LA VIDA, FUERON DIEZMADOS Y SUS MEDIOS COMPLETAMENTE
DESTRUIDOS Y TRAGADOS POR LA TIERRA Y POR LAS AGUAS EN MOVIMIENTO. LOS
SOBREVIVIENTES NO ERAN MUCHOS, AHORA LA LUCHA POR LA SOBREVIVENCIA SE HABÍA
VUELTO DESESPERADÍSIMA Y SUS MENTES SACUDIDAS POR EL ENORME SUFRIMIENTO PSÍQUICO,
PROVOCARON LA ANULACIÓN COMPLETA DE SUS PERSONALIDADES.
LOS OJOS DESMESURADAMENTE ABIERTOS DE
TERROR ERAN LO ÚNICO QUE QUEDÓ EN LA GRAN DESOLACIÓN QUE LOS RODEABA. LOS
INFELICES SERES QUE SOBREVIVIERON A TANTA DESVENTURA TENÍAN ANTE ELLOS UN
PESADÍSIMO EQUIPAJE DE ENORMES SACRIFICIOS A TRANSPORTAR A LO LARGO DEL NUEVO
CAMINO DE SUS EXISTENCIA.
PASÓ MUCHO TIEMPO Y LENTAMENTE SE IBA
BORRANDO DE SU MENTE LA IMAGEN DE TANTA TRISTEZA. EL RECUERDO DE HABER VENIDO
DEL CIELO NO LES ABANDONÓ NUNCA Y DURANTE MILENIOS CANTARON ESTA SU GRAN
VERDAD.
EL TIEMPO PASABA Y DE LOS RELATOS DE
LOS PADRES SE TEJÍAN FÁBULAS, SUEÑOS, PESADILLAS EN LA MENTE DE LOS
DESCENDIENTES, AHORA TAN DIFERENTES EN EL CUERPO Y EN EL ESPÍRITU.
MUCHOS OTROS
ACONTECIMIENTOS AFLIGIERON LA GRAN ALMA ADORMECIDA EN EL VÉRTICE DE UN TRISTE
PASADO Y OTRAS MUCHAS VECES REFLORECIÓ EN LAS MENTES DE LOS MÁS EVOLUCIONADOS
EL IMPETUOSO DESEO DE COMUNICAR CON LA VOZ DEL COSMOS PARA PEDIR CONTESTACIÓN A
LAS PREGUNTAS QUE SURGÍAN DEL INTERIOR COMO IMÁGENES VIVIENTES Y
SIGNIFICATIVAS.
PERO LA CRUZ, LA GRAN CRUZ LUMINOSA E
INMENSA QUEDÓ, PARA SIEMPRE, ESCULPIDA EN LO PROFUNDO DE SUS CORAZONES.
UN SIGNO, QUE NUNCA PUDIERON OLVIDAR Y
QUE EN TANTAS CIRCUNSTANCIAS APARECÍA COMO UNA INVITACIÓN AL ARREPENTIMIENTO O
AL TEMOR.
SUFRIMIENTOS, LUCHAS CON LA JOVEN
NATURALEZA DEL PLANETA, EN FASE DE MADURACIÓN, BATALLAS ENTRE LAS VORACÍSIMAS
ENORMES BESTIAS Y LAS ENORMES CRIATURAS EMPUJARON, A LOS MEJORES, A PENSAR,
PENSAR CON FUERTÍSIMA VOLUNTAD.
LOS SUEÑOS APORTARON ÚTILES ENSEÑANZAS
DE LA NATURALEZA Y LOS PRIMEROS OBJETOS RUDIMENTARIOS. LOS CONOCIMIENTOS SE
VOLVÍAN CADA VEZ MÁS NUMEROSOS Y LOS MEDIOS SE CONSTRUÍAN CON MÁS FACILIDAD.
EL TIEMPO HABÍA TRABAJADO POR ELLOS Y
EL DICTAMEN MISTERIOSO DEL GRAN SABER SE HABÍA REVELADO LENTAMENTE.
RECOMENZARON A VIVIR EN CONTACTO CON
LA NATURALEZA MISTERIOSA DE LA INTELIGENCIA UNIVERSAL.
TUVIERON EL GRAN DESPERTAR Y EL HOMBRE
YA NO PUDO FRENAR EL RÍO DE SU ATÁVICO SABER QUE EN UN PRIMER TIEMPO SE HABÍA ADORMECIDO.
PASARON MILENIOS Y MILENIOS EN UN
CONTINUO ASCENSO EVOLUTIVO ENTRE LA MULTIPLICACIÓN DE LAS DIVERSAS RAZAS Y
OTRAS NUEVAS VENIDAS A LA LUZ. NO TODO EL TIEMPO FUE FELIZ A CAUSA DE LAS CONVULSIONES
PERIÓDICAS DEL PLANETA QUE, EN FASE DE SENTAMIENTO, A MENUDO PROVOCABA MUERTE Y
DESTRUCCIÓN. PERO SUS CORAZONES YA ESTABAN TEMPLADOS Y SU ESPÍRITU ALTO COMO
UNA CIMA DE UNA MONTAÑA.
RECOMENZABAN O, MEJOR QUE ANTES, CONSTRUÍAN,
VIVIENDO CON MÁS FÉRREA VOLUNTAD Y CON FE INQUEBRANTABLE.
LO QUE MÁS PREOCUPÓ A LOS SABIOS DE
ENTONCES FUE LA REMINISCENCIA DE UNA TERRIBLE FUERZA DE DOMINIO Y DE GUERRA QUE
POCO A POCO SE IBA FORMANDO EN EL INTERIOR DE MUCHOS.
EL INSTINTO DEL FUNESTO PASADO SE DESPERTABA,
TAMBIÉN ESTE, DEL LARGO LETARGO Y ENTRE LAS COSAS BUENAS QUE LA MENTE
REALIZABA, LAS MALAS ERAN MÁS Y LAS MÁS TERRIBLES.
ESTO PREOCUPÓ MUCHÍSIMO A LA INFALIBLE
INTELIGENCIA DEL COSMOS Y TAMBIÉN PREOCUPÓ A AQUELLOS QUE, INICIANDO LA
GRAN EXPLORACIÓN DE LOS MUNDOS NUEVOS, DESPUÉS DE LA INMENSA CATÁSTROFE
APOCALÍPTICA ACAECIDA EN NUESTRO SISTEMA SOLAR, HABÍAN CONOCIDO EL DESTINO DE
AQUELLOS QUE BUSCARON, EN TIEMPOS REMOTOS, REFUGIO SOBRE LA TIERRA.
A DIEZ MIL AÑOS DE NUESTRO TIEMPO,
ELLOS CONOCIERON NUESTRO MÍSERO ESTADO PSICOLÓGICO E HICIERON DE TODO PARA
HACERNOS MEJORAR MÁS RÁPIDAMENTE, DEJANDO SOBRE LA TIERRA MAESTROS INSIGNES DE
CULTURA UNIVERSAL.
MUCHOS DE ELLOS VIVIERON LARGO TIEMPO
EN LA TIERRA, Y A MENUDO SACRIFICARON SU VIDA CON UNA PASIÓN, PURA, ANGÉLICA,
SANTA.
SUS ENSEÑANZAS Y SUS CONOCIMIENTOS
FUERON DE GRAN AYUDA PARA MEJORAR PROGRESIVAMENTE EL PROCESO EVOLUTIVO DE LAS
RAZAS. SU SABER ERA INFINITO Y SUS CONOCIMIENTOS EXACTOS.
QUIZÁS EN AQUEL TIEMPO NOS HAN HECHO
CONOCER QUIÉN VERDADERAMENTE, ERA DIOS.
PERO LAS CONVULSIONES DEL GEOIDE NO HABÍAN
TERMINADO Y OTROS DESASTRES SE AÑADIERON A LOS PASADOS A LO LARGO DEL TIEMPO. VOLVIERON
A COMENZAR DE NUEVO Y ESTA VEZ CON LA AYUDA DE QUIÉN LO CONOCÍA TODO DE
NOSOTROS, TODO, DESDE EL PRINCIPIO HASTA ESTE NUESTRO TIEMPO.
SABÍAN QUIÉN ÉRAMOS Y DE DONDE
HABÍAMOS VENIDO. NADA ESCAPABA A SU CONOCIMIENTO, NI SIQUIERA LA MALVADA
FORMACIÓN DE NUESTROS INSTINTOS, A MENUDO HAMBRIENTOS Y BESTIALES, QUE SE
AGITABAN EN LA OBRA Y EN LOS ACTOS DE LA VIDA.
NOS CONSIDERABAN, NOS AYUDABAN, NOS
COMPADECÍAN PERO DEBÍAN ESTAR NECESARIAMENTE ALEJADOS DE NOSOTROS, OCULTOS,
ESCONDIDOS CON TODOS SUS CONOCIMIENTOS, EN AQUEL TIEMPO INCOMPRENSIBLES, TANTO
COMO HOY.
MUCHOS DE ELLOS SE SACRIFICABAN POR
NUESTRO BIENESTAR Y OTROS MUCHOS OPERARON COSAS MARAVILLOSAS, INCOMPRESIBLES
PARA LAS MENTES DE ENTONCES.
EZEQUIEL, EN SU LIBRO (SAGRADA BÍBLIA)
LOS DESCRIBÍA ASÍ:
“LA PRIMERA VISIÓN DE LOS QUERUBINES”.
ERAN ELLOS Y DESDE EL PRIMERO AL VEINTICUATRO
VERSÍCULO, DE SU LIBRO, EZEQUIEL LO AFIRMA DEL MODO MÁS CLARO E INEQUÍVOCO.
ESTABAN ENTRE NOSOTROS PORQUE QUERÍAN,
A TODO PRECIO, OBRAR UN GRAN BIEN POR SUS SEMEJANTES EN CAUTIVIDAD.
EL GRAN ACONTECIMIENTO ADVIENE, LA
HORA DEL PERDÓN HABÍA LLEGADO Y LA PAZ SE DEBÍA DECIDIR EN LA SEÑAL DE LA CRUZ
Y DEL SACRIFICIO.
EL HOMBRE Y LA CRUZ SE VUELVE
UN SÍMBOLO QUE DEBÍA SACUDIR, PARA SIEMPRE, EL ALMA HUMANA.
DEBÍA RECORDAR
ALGUNA COSA MÁS GRANDE, DE INCOMPRENSIBLE VERDAD QUE QUEDA IMPRESA EN LA GRAN
BÓVEDA CELESTE; DEBÍA, PRINCIPALMENTE, HACERNOS MEDITAR, COMPRENDER Y CON MÁS
RAZONABLE CONVICCIÓN, SENTIRNOS CULPABLES DE UN GRAN PECADO, DE UNA GRAN
DESOBEDIENCIA HACIA DIOS Y HACIA TODAS LAS ALMAS VIVIENTES DEL COSMOS.
LA GRAN PAZ NOS ES,
MISERICORDIOSAMENTE, OFRECIDA UNIDA AL PERDÓN.
PERO, DE NUEVO UNA VEZ, EL HOMBRE
NUTRIDO CON LA CARNE DE LA BESTIA FELINA, NO QUIERE COMPRENDER, NO QUIERE OÍR,
NO QUIERE, SOBRETODO, ACEPTAR LA MUTACIÓN RADICAL DE SU VIDA ABSURDA E
INCOMPRENSIBLE.
ERA LO QUE ERA Y DEBÍA SUDAR SANGRE,
SUFRIR TODAVÍA PARA PODER COMPRENDER MEJOR SU VERDADERA NATURALEZA, SU
VERDADERO BLASÓN.
Y LLEGARON NUESTROS TIEMPOS, TIEMPOS
DE GRAN PROGRESO MATERIAL Y DE RETROCESO ESPIRITUAL.
UNA INFINITA REMINISCENCIA
QUE MARCA LAS COSAS MÁS IMPENSADAS Y LAS EDIFICA CON DESCONCERTANTE RAPIDEZ.
LOS AVIONES, LOS BARCOS, LOS COCHES,
LOS GRANDES MECANISMOS, RASCACIELOS, OBRAS FABULOSAS Y LA EXPLOTACIÓN DE LOS
RECURSOS QUE ESTE MUNDO, YA ADULTO, NOS OFRECE CON TANTA PROFUSIÓN. ¡ NO BASTA
¡
HA HABIDO UNA REMINISCENCIA
INCONTENIBLE Y TAN PELIGROSA QUE NOS HA PUESTO EN ALARMA A NOSOTROS Y A OTROS.
LA ENERGÍA ATÓMICA, UN MONSTRUO OCULTO
Y DE INAUDITA VIOLENCIA DESTRUCTIVA, INTENTA NUEVAMENTE IMPLANTARSE AMENAZANTE
EN LA YA VIEJA DISTONÍA DE NUESTRO SISTEMA SOLAR.
PARECE QUE LA MISMA MENTE DE
ENTONCES SE HA APODERADO DE ESTA CAÓTICA ENERGÍA O QUE, CON INMUTABLE
IRRESPONSABILIDAD INTENTA EMPLEARLA COMO MEDIO DE DESTRUCCIÓN Y DE MUERTE.
OTRA VEZ EL HOMBRE PONE EN PELIGRO LA EXISTENCIA
DE UN MUNDO Y DE TODO LO QUE CONTIENE CON TANTA INAUDITA LIGEREZA.
CERCA DE DOS MIL QUINIENTOS MILLONES
DE CRIATURAS HUMANAS SE PREGUNTAN EL PORQUÉ SE RECURRE A ESTA MONSTRUOSA FUERZA
DESTRUCTIVA Y AUNQUE NO LO DEMOSTRAMOS, EN EL CORAZÓN DE TODA CRIATURA HUMANA
ESTÁ SIEMPRE ESTA PREGUNTA CUYA RESPUESTA ESTÁ ENCERRADA ENTRE LOS LABIOS DE
AQUELLOS QUE TODAVÍA VIVEN EN UN MUNDO QUE YA NO LO ES.
ÉSTOS SABEN LA MEDIDA DE LA GRAVEDAD,
PERO A MENUDO, EL INSTINTO PRIMORDIAL LOS CIEGA Y LOS VUELVE IRRESPONSABLES E
INCONSCIENTES.
LA AMENAZA ES GRAVE, EL PELIGRO
ESPECTRAL DE UN TRISTE ATÁVICO PASADO HACE TEMBLAR EL ALMA HUMANA DE TERROR.
PERO, POR PROVIDENCIA DE TODOS, LAS
MALAS INTENCIONES DE POCOS Y EL ESPANTO DE MUCHOS, HAN SURCADO EL INMENSO
OCÉANO DEL ESPACIO SIDERAL PARA ALCANZAR EL CORAZÓN Y LA MENTE DE LOS JUSTOS,
DE LOS MEJORES, DE AQUELLOS QUE MÁS Y MEJOR QUE NOSOTROS CONOCER LA LEY DEL
UNIVERSO.
AHORA SE HA ALCANZADO EL TIEMPO EN EL
QUE YA NO ES POSIBLE NO COMPRENDER QUE NUESTRA SOLEDAD EN EL GRAN ESPACIO HA
SIDO SOLO APARENTE Y QUE EN REALIDAD NUNCA DEMOS ESTADO SOLOS DESDE HACE MUCHÍSIMOS
SIGLOS.
MUCHOS FENÓMENOS DEBERÍAN, MÁS
PROFUNDAMENTE, HACERNOS COMPRENDER, QUE SOMOS SUFICIENTEMENTE IDÓNEOS PARA LA
ACEPTACIÓN DE VERDADES UNIVERSALES MUCHO MÁS GRANDE QUE LAS QUE LA HISTORIA NOS
HA DADO A CONOCER HASTA HOY. Y EN VERDAD UNA GRADUAL, UNA LENTA PREDISPOSICIÓN
YA EXISTE EN MILLONES DE PERSONAS, GRACIAS A LA METÓDICA, PRECISA E
INDISCUTIBLE OBRA DE HERMANOS MAYORES QUE, COMO EN EL PASADO, TODAVÍA HOY MÁS
QUE AYER SE PRODIGAN CON PERSEVERANCIA Y CON QUERIDA ABNEGACIÓN.
HOY YA NO ES POSIBLE SUBENTENDER PARA
ESCAPAR A LA VERDAD QUE NOS GOBIERNA Y YA NOS DOMINA.
YA NO ES POSIBLE ESCRIBIR COMO
ESCRIBIÓ EL PROFETA EZEQUIEL:
“LAS RUEDAS PARECÍAN DE TURQUESA, ERAN TODAS
IGUALES, Y CADA UNA DISPUESTA COMO SI HUBIESE UNA RUEDA DENTRO DE OTRA RUEDA”.
Y TAMBIÉN:
“MIRANDO, VI QUE SUS
LLANTAS ESTABAN TODO EN DERREDOR LLENAS DE OJOS”.
Y FINALMENTE:
“SOBRE LAS CABEZAS DE
LOS VIVIENTES HABÍA UNA SEMEJANZA DE FIRMAMENTO, COMO DE PORTENTOSO CRISTAL,
TENDIDO POR ENCIMA DE SUS CABEZAS”.
EN AQUEL TIEMPO EL PROFETA EZEQUIEL SE
EXPRESÓ ASÍ PARA DESCRIBIR LA APARIENCIA DE LAS NAVES ESPACIALES Y DE LOS
CASCOS ESPACIALES QUE, LAS CRIATURAS QUE EN ELLAS VIAJABAN, LLEVABAN EN LA
CABEZA, O QUE VESTIDOS COMO ESTABAN LE DIERON LA SENSACIÓN DE VER CURIOSOS
ANIMALES DE FORMA HUMANA.
Y LUEGO UN DICTAMEN QUE DEBÍA ACEPTAR,
ABSOLUTAMENTE, Y QUE VENÍA DE DIOS.
¿QUIÉNES ERAN ESTOS QUE ÉL LLAMÓ
QUERUBINES?
DESDE ENTONCES HAN TRANSCURRIDO CERCA
DE TRES MIL AÑOS Y EN ESTE NUEVO TIEMPO LAS VISIONES QUE TUVO EL PROFETA
EZEQUIEL SE REPITEN, HACIÉNDONOS LA MISMA PREGUNTA:
¿QUIÉNES SON?
¿DE DÓNDE
VIENEN?
NUESTROS OJOS LOS VEN Y NUESTRA MENTE
LOS COMPRENDE ASÍ, COMO EN REALIDAD SON: PEQUEÑAS O GRANDES NAVES DEL ESPACIO
QUE SURCAN VELOZMENTE NUESTRO CIELO.
MUCHÍSIMOS LAS HAN VISTO ATERRIZAR Y
OTROS MUCHOS SE HAN APROXIMADO INTENTADO CONOCER Y HACERSE COMPRENDER.
NOTICIAS SOBRE ESTO SE PODRÍAN CITAR A
MILES.
MUCHAS PERSONAS LOS HAN VISTO CON
CASCO Y TRAJE ESPACIAL, TAN COMPLICADÍSIMOS, QUE SEMEJABAN, A PRIMERA VISTA,
CURIOSOS ANIMALES, CON FORMA HUMANA.
INDUDABLEMENTE BAJO AQUEL CASCO
ESPACIAL, DENTRO DE AQUEL COMPLICADO TRAJE ESPACIAL, ESTABA EL QUERUBÍN DEL
PROFETA EZEQUIEL, LOS MISMOS MENSAJEROS DEL CIELO DECIDIDOS, FINALMENTE, A
HACERNOS COMPRENDER QUE LA PALABRA DE DIOS ESTÁ NUEVAMENTE EN MEDIO DE
NOSOTROS.
MUCHOS SON LOS QUERUBINES, SERAFINES Y
TRONOS QUE NOS MIRAN Y ESCRUTAN ATENTAMENTE NUESTROS PROPÓSITOS, PREPARÁNDONOS
A ACEPTAR VERDADES MÁS PROFUNDAS, QUE EN LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS SIEMPRE HAN
ESTADO POR ENCIMA DE NUESTRAS MISERIAS Y CONFUSOS CONOCIMIENTOS.
¿ESTAMOS VERDADERAMENTE AL BORDE DEL
GRAN ABISMO?
¿QUIZÁS ESTAMOS MUY CERCANOS AL TIEMPO
QUE NOS DEBE EMPUJAR NUEVAMENTE AL FATAL ERROR?
LAS PROMESAS, EN VERDAD, NO FALTAN Y
EL TIEMPO DE LA MONSTRUOSA ENERGÍA QUE DESTRUYE YA HA LLAMADO, CON INAUDITA
VIOLENCIA, A LA GRAN PUERTA DE ÉSTE, NUESTRO, QUERIDO MUNDO.
LA GRANDE Y TERRIBLE BESTIA CON CABEZA
DE HONGO SE HA DESPERTADO AMENAZADORA, IMPLACABLE, IRASCIBLE, DECIDIDA A
DESTRUIR, A DEVORARLO TODO SIN PIEDAD. EL HOMBRE ESTÁ ATERRORIZADO Y CON LA
MIRADA DIRIGIDA HACIA EL CIELO, PIENSA, MIENTRAS UNA GRAN LUMINOSA CRUZ SE PONE
ANTE SUS OJOS.
EL ALMA DELIRA EN UN GRAN INDEFINIBLE
DESCONSUELO Y ASALTA LA TRISTEZA LA MENTE Y EL CORAZÓN.
MUCHOS SE AGITAN EN UN SILENCIOSO
MIEDO, MIENTRAS POCOS, AQUELLOS QUE SE CREEN LOS ÚNICOS PATRONES DEL DESTINO DE
LA HUMANIDAD Y DEL MUNDO, GOZAN TENIENDO PENDIENTE DE UN HILO DE SEDA LA
MORTÍFERA FUERZA DE UN MONSTRUO QUE LIGADO A UNA MENTE MÁS EQUILIBRADA Y MÁS
SABIA PODRÍA SERVIR COMO SOLO Y EXCLUSIVO MEDIO DE FUERZA PARA LOS MEJORES
DESTINOS DE LA HUMANIDAD. PERO, PARA DESVENTURA DE LOS JUSTOS Y DE LOS
INDEFENSOS, TODAVÍA NO PREVALECE LA RAZÓN DEL HOMBRE SOBRE LA BESTIA Y EL GRITO
FEROZ Y SANGUINARIO DE LA ENERGÍA VUELTA LOCA POR LA MENTE DEL HOMBRE, RETUMBA
EN EL ESPACIO CON MAYOR AMENAZA.
TODAVÍA, OTRA VEZ, EN EL GRAN OCÉANO
DEL ESPACIO SIDERAL SILBA VELOZMENTE LA IMAGEN DE UN GRAN PELIGRO.
LA INTERVENCIÓN SE HA VUELTO
NECESARIA, INDISPENSABLE.
EL PUNTO CRÍTICO HA MARCADO EL TIEMPO
Y NECESITA ABSOLUTAMENTE PREVENIR EL INMEDIATO DESARROLLO DEL QUE VIENE.
¿SUPERANDO LA GRAN CRISIS?
ELLOS ESTÁN SOBRE LA TIERRA, NO
SABEMOS CÓMO Y DÓNDE, PERO ESTÁN. ¡ ESTO ES CIERTO !
LLAMÉMOSLES COMO CREAMOS MÁS OPORTUNO,
DIGAMOS DE ELLOS TODO LO QUE QUERAMOS, MOSTRÉMOSLES A NUESTRA MENTE COMO
DESEEMOS, PERO ELLO NO EXCLUYE, DE HECHO, QUE ELLOS ESTÁN Y ADEMÁS SE HACER VER
REPETIDAMENTE.
¿QUIÉNES SON?
¿DE DÓNDE VIENEN?
¿POR QUÉ HAN VENIDO?
¡ QUIEN TENGA OÍDOS ESCUCHE Y QUIÉN
TENGA OJOS PARA VER, VEA !
NO OBSTANTE LO MÁS ADECUADO AL MOMENTO
ES A R R E P E N T I R S E A TIEMPO Y, ESTA VEZ, QUERIÉNDOLO O NO.
NO OS HAGÁIS CONSTANTEMENTE ESA NECIA
PREGUNTA DEL PORQUÉ NO SE HACEN VER Y EL PORQUÉ NO ATERRIZAN CON SUS APARATOS
EN LA PLAZAS.
COMPRENDERLO DE UNA VEZ POR TODAS Y
PARA SIEMPRE QUE ELLOS NOS CONOCEN DESDE TIEMPOS REMOTOS Y LO SABEN TODO, DIGO
BIEN, TODO DE NOSOTROS, DESDE LA “A” A LA “Z”.
TODA PUBLICIDAD SERÍA ALGO INÚTIL PARA
ELLOS, DIGO MEJOR, CONTRAPRODUCENTE A LA OBRA QUE DEBEN DESARROLLAR SOBRE LA TIERRA.
LA VELEIDAD ES UN VICIO HUMANO QUE ESTAS CRIATURAS CONSIDERAN POQUÍSIMO. SABEN
QUE LO QUE DEBEN HACER Y EN EL MOMENTO OPORTUNO LO SABRÁ TODA LA HUMANIDAD.
¡ ESTE ES EL ÚNICO PENSAMIENTO QUE
DOMINA SU INTELIGENCIA. TODO EL RESTO, NO CUENTA !
PARA TODOS LOS RIDICULIZADOS, PARA
AQUELLOS QUE ANTES QUE LOS DEMÁS HAN VISTO Y SE HAN ARREPENTIDO, COMPRENDERÁN
LOS PRIMEROS, SIN NINGUNA SACUDIDA PSÍQUICA, LA GRANDE, LA MÁS GRANDE DE LAS VERDADES
UNIVERSALES.
ESTE SERÁ EL MÁS JUSTO Y CODICIADO
PREMIO, PORQUE EN VERDAD LOS POBRES DE ESPÍRITU VERÁN EL PARAÍSO. Y
TAMBIÉN: LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS.
ESTO ES LO QUE HE ESCRITO Y SIN MI
PERSONAL INTENCIÓN, SIN UNA BRIZNA DE VELEIDAD ESPECULATIVA, SINO PORQUE HE
SENTIDO, IMPETUOSAMENTE SENTIDO, QUE EL AMOR DE DIOS ESTÁ EN MEDIO DE NOSOTROS
CON TODA SU MÁS GRANDE MISERICORDIA, HOY MÁS QUE NUNCA.
SIENTO UN GRAN DESCONSUELO AL RELEER
ESTAS DESCARNADAS HOJAS DE PAPEL ESCRITO Y PIENSO, SI BASTARÍAN TODOS LOS
LIBROS DEL MUNDO PARA HACERME COMPRENDER LO QUE YO HE COMPRENDIDO VOLVIÉNDOLAS
A LEER.
SOY NADA, UNA PIZCA DE CARNE VIVA, CON
UN ALMA BRILLANTE Y CLARA, Y NO MÁS QUE MIS SEMEJANTES, CON UNA INMENSA CRUZ
RESPLANDECIENTE ANTE MIS OJOS LLENOS DE SILENCIOSAS Y TEMBLOROSAS LÁGRIMAS.
EUGENIO
SIRAGUSA.
Catania 18 de septiembre de 1.961
L’uomo e la Croce di Eugenio
Siragusa
“ Riaffiora nell’uomo
l’ombra spettrale di un triste atavico passato”.
“ ricordati uomo !
fermati !
Non rifare il medesimo cammino per cui sei stato maledetto. Medita,
scruta nel profondo del tuo animo e
vedrai che, oltre la grande luminosa
croce, ritroverai te stesso, atterrito, colpevole, in ginocchio dinnanzi al
grande peccato, in attesa del grande misericordioso perdono di Dio e dei
Cieli”.
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In quel remotissimo tempo tutta l’umanità del pianeta Lucifero si sentiva irrimediabilmente
perduta. Ormai non vi era più speranza di salvezza e bisognava fuggire, fuggire
al più presto possibile. Migliaia di navi spaziali erano pronte ed altri
giungevano dal pianeta Marte e dal pianeta Saturno. Il pianeta condannato a
morte da una lenta e progressiva disintegrazione era ormai prossimo a
raggiungere il punto critico. Bisognava fare prestissimo, la deflagrazione
finale poteva avvenire da un momento all’altro. L’energia atomica che l’uomo
aveva con tanta leggerezza scatenato aveva creato una disintegrazione a catena
di alcuni grossi giacimenti di elementi sensibili giacenti nel sottosuolo di
quel pianeta.
Nessuno era più in grado di fermare il caos di una potente
energia divenuta folle e distruttiva. La Terra che allora si trovava nell’orbita
dell’attuale pianeta Venere e quest’ultimo in quella del pianeta Mercurio, fu
la meta di una grande parte dei fuggitivi. Nella volta celeste migliaia di
transatlantici spaziali facevano la spola tra il pianeta agonizzante e la Terra,
Marte e Saturno, punti più vicini per trovare scampo.
Portarono con sè quanto
era possibile, ma non tutti poterono essere salvati. La Terra, ancora in uno
stato primitivo e popolata esclusivamente di enormi animali non si rendeva del
tutto ospitale, era stata considerata provvidenziale.
Creature di ambo i sessi
e di diverse razze credettero di trovare una temporanea sistemazione in attesa
degli eventi. Il tempo del peggio era ormai prossimo e mentre sul pianeta
agonizzante milioni di altre creature attendevano la salvezza, una visione
apocalittica e con un immenso bagliore a croce colpì l’atterrito sguardo degli
scampati.
Il Cielo era divenuto terso e pauroso. Una cellula dell’Universo era
stata uccisa dall’uomo ribelle, disubbidiente alle Leggi del Cosmo. Una grave
colpa che non può essere facilmente cancellata e che il Cosmo punisce severamente.
Il caos in tutto il Sistema Solare fu di enorme portata e molti altri pianeti,
compresa la Terra, rischiarono di essere
spinti fuori dal proprio equilibrio. Il Sole vibrò fortemente lasciando
sfuggire dalla propria superficie una enorme massa di materia incandescente che
doveva poi assestarsi in un orbita vicinissima al Sole e che noi dovevamo poi
chiamarlo Mercurio.
La Terra, Marte, Venere e tutti gli altri pianeti del
Sistema Solare ricevettero enormi urti, mentre giganteschi macigni del pianeta
distrutto si dirigevano in tutte le direzioni dello spazio siderale.
Molti di
questi piccoli mondi trovarono un assestamento definitivo orbitando nelle immediate
vicinanze del pianeta Saturno.
Lo sconvolgimento del Sistema Solare fu
disastroso ed il pianeta Terra, questo mondo di un azzurro manto, subì, oltre
gli urti lo spostamento dell’asse polare e quindi tutti gli effetti di questa
non meno disastrosa causa.
Eruzioni, sollevamenti ed abbassamenti della crosta
terrestre, invasione pazzesca delle acque, movimenti tellurici di vasta
portata. Gli esseri che in essa avevano
cercato una temporanea sosta per avere salva la vita, vennero decimate ed i
loro mezzi in sosta completamente distrutti e vangati dalla terra e dalla acque
in movimento.
I superstiti non erano in molti, ormai la lotta per la
sopravvivenza era divenuta disperatissima e le loro menti sconvolte dalla
immane sofferenza psichica provocarono il completo annullamento delle loro personalità.
Gli occhi sbarrati di terrore erano le sole rimaste nella immane desolazione
che li circondava.
Gli infelici esseri che sopravvissero a tanta sventura
avevano dinnanzi a sè un pesantissimo
bagaglio di enormi sacrifici da portare lungo il nuovo cammino della loro
esistenza. Passò molto tempo e lentamente si andava cancellando dalla loro
mente l’immagine di tanta tristezza.
Il ricordo di essere venuti dal Cielo non
li abbandonò mai e per millenni cantarono questa loro grande verità. Il tempo
passava e dal racconto dei Padri si tessevano favole, sogni, incubi, e fantasie
nella mente dei posteri ormai tanto diversi nel corpo e nello spirito. Tanti
altri avvenimenti travagliarono la grande anima assopita nel vertice di un
triste passato e tante altre volte riaffiorò nelle menti dei più evoluti
l’impetuoso desiderio di comunicare con la voce del Cosmo per chiedere
risposta alle domande che dall’interiore
sorgevano come dalle immagini viventi e significative.
Ma la Croce, la grande Croce
luminosa ed immensa rimase per sempre scolpita nel profondo dei loro cuori. Un
segno, che non poterono mai dimenticare e che in tante circostanze appariva
come un invito al pentimento e al timore.
Sofferenze, lotte con la natura
giovane del pianeta in fase di
maturazione, battaglie tra le voracissime enormi bestie e le enormi creature
spinsero i migliori a pensare, pensare con fortissima volontà. Dai sogni
trassero utili insegnamenti e dalla natura
i primi rudimentali mezzi.
Le conoscenze divenivano sempre più numerose
ed i mezzi si costruivano con più facilità il tempo aveva lavorato per loro ed
il dettame misterioso del grande sapere si era lentamente rivelato.
Ricominciavano a vivere in contatto con la natura misteriosa dell’intelligenza
universale. Avvenne il grande risveglio e l’uomo non potè più frenare il fiume
del suo atavico sapere che in un primo tempo si era assopito.
Millenni e
millenni passarono in una continua ascesa evolutiva tra il moltiplicarsi delle
diverse razze ed altre nuove venute alla luce. Ma i loro cuori erano ormai
temprati ed il loro spirito alto come una cima di una montagna.
Ricominciavano
e meglio di prima costruivano, vivendo con più ferrea volontà e con fede incrollabile. Quello che
più preoccupò i saggi di allora fu la reminescenza di una terribile forza di
dominio e di guerra che via via si andava
formando nell’animo di molti. L’istinto del funesto passato si
risvegliava anch’esso dal lungo letargo e, tra le cose buone che la mente
realizzava, quelle cattive erano le maggiori e le più terribili. Questo
preoccupò moltissimo l’infallibile intelligenza del cosmo e preoccupò pure
coloro che, iniziando la grande esplorazione dei mondi nuovi, dopo l’immane
apocalittica catastrofe avvenuta dal nostro sistema solare, avevano conosciuto
il destino toccato a coloro che avevano nel remotissimo tempo, cercato scampo
sulla Terra.
Diecimila anni lontani dal nostro tempo essi conobbero il nostro
misero stato psicologico e fecero di tutto per farci più rapidamente migliorare
lasciando sulla Terra Maestri insigni di Cultura Universale.
Molti di loro
vissero a lungo sulla terra e spesso sacrificarono la loro vita con una
passione pura, angelica, santa. I loro insegnamenti e le loro conoscenze furono
di moltissimo aiuto per migliorare progressivamente il processo evolutivo delle
razze. Il loro sapere era infinito e le loro conoscenze esatte.
Forse in quel
tempo ci avevano fatto conoscere chi veramente era Iddio.
Ma le convulsioni del geoide non erano
terminate ed altri disastri si aggiunsero a quelli passati lungo il tempo;
ricominciarono nuovamente e questa volta con l’aiuto di chi conosceva tutto di
noi, tutto dal principio sino a questo nostro tempo. Sapevano che eravamo e da
dove eravamo venuti.
Nulla sfuggiva alle loro conoscenze, nemmeno la cattiva
formazione dei nostri spesso, famelici e bestiali istinti che giganteggiavano
nell’opera e negli atti della vita. Ci consideravano, ci aiutavano, ci
compiangevano ma dovevano starci necessariamente lontani, occultati, nascosti
con tutte le loro conoscenze in quel tempo incomprensibili tanto quanto oggi.
Molti di loro si sacrificano per il nostro benessere e tanti altri operano cose
meravigliose inconcepibili per le menti di allora. Ezechiele, nel suo libro
(Sacra Bibbia) così la descrive : “la prima visione dei Cherubini”. Erano loro
e dal primo al 24° versetto del suo libro Ezechiele lo afferma nel modo più
chiaro ed inequivocabile. Erano con noi perché volevano a tutti i costi operare un grande
bene per i loro simili in cattiveria. Il grande evento avvenne, l’ora del
perdono era giunta e la pace si doveva concludere nel segno della Croce e del
sacrificio.
L’uomo e la Croce divenne un simbolo che doveva scuotere per sempre
l’anima umana. Doveva ricordare qualche cosa di più grande, di ineccepibile
verità che rimase impressa nella grande Volta Celeste; doveva principalmente
farci meditare, capire e con più
ragionevole convinzione, sentirci colpevoli di un grande peccato, di una
disubbidienza verso Iddio e tutte le anime viventi del Cosmo.
La grande pace ci
venne misericordiosamente offerta unitamente al perdono.
Ma ancora una volta
l’uomo, nutrito dalla carne della bestia felina, non volle capire, non volle
sentire, non volle soprattutto accettare un mutamento radicale della sua vita
assurda ed inconcepibile.
Era quello che era e doveva trasudare sangue,
soffrire ancora per poter meglio comprendere la sua vera natura, il suo vero
blasone.
Ed ecco i nostri tempi, tempi di grande progresso materiale e di
regresso spirituale. Una infinita reminescenza che impronta le cose più
impensate e li edifica con sconcertante prontezza. Gli aerei, le navi, le auto,
i grandi meccanismi, grattacieli, imprese di favola e lo sfruttamento delle
risorse che questo mondo, ormai adulto, ci offre con tanta profusione. Non
basta ! Vi è stata una reminescenza incontenibile e tanto pericolosa che ha
messo in allarme noi ed altri.
L’energia atomica, un mostro nascosto e di
inaudita violenza, distruttiva tenta nuovamente di inserirsi minaccioso nella già vecchia storia del
nostro Sistema Solare.
Pare che la stessa mente di allora si sia impadronita di
questa caotica energia e che, con immutata irresponsabilità tenta di adoperarla
come mezzo di distruzione e di morte.
Ancora una volta l’uomo mette in pericolo
l’esistenza di un mondo e di tutto ciò che contiene con tanta inaudita
leggerezza. Circa duemiliardi e mezzo di creature umane si domandano il perchè
si ricorre a questa mostruosa forza distruttiva ed anche se non lo dimostrano,
nel cuore di ogni creatura umana vi è sempre questa domanda la cui risposta è
sorretta tra le labbra di coloro che ancora vivono in un mondo che non è più;
essi sanno la misura della gravità, ma spesso l’istinto primordiale li acceca e
li rende irresponsabili ed incoscienti.
La minaccia è grave, il pericolo
spettrale di un triste atavico passato fa fremere l’anima umana di terrore.
Ma,
per provvidenza di tutti, le cattive intenzioni dei pochi e lo sgomento dei
molti, hanno passato l’oceano immenso dello Spazio Siderale per raggiungere il
cuore e la mente dei giusti, dei migliori, di coloro che più e meglio di noi
conoscono la Legge dell’Universo.
Ormai si è raggiunto il tempo che non è più
possibile non comprendere che la nostra solitudine nel grande spazio è stata
solo apparente e che in realtà non siamo
stati mai soli da moltissimi secoli.
Molti fenomeni dovrebbero più
profondamente farci comprendere che siamo sufficientemente idonei per
l’accettazione di Verità Universali
molto più grandi di quelli che la storia ci ha dato conoscere sino ad
oggi.
Ed in verità una graduale, se pur lenta predisposizione esiste già in
milioni di persone, grazie alla metodica, precisa ed indiscutibile opera dei Fratelli
migliori che come nel passato, ancora oggi più di ieri si prodigano con
perseveranza e con voluta abnegazione.
Oggi non è più possibile fraintendere
per sfuggire alla verità che ci sovrasta e già ci domina. Non è più possibile
scrivere come scrisse il profeta Ezechiele: “l’aspetto delle ruote, e il lor
lavoro era simile al color di grisolito, e tutte e quattro avevano una medesima sembianza e il loro
aspetto e il loro lavoro era come una ruota fosse stata in mezzo un’altra
ruota”.
Ed ancora: “e quant’è lor cerchi, erano alti spaventosamente, e tutti e
quattro erano pieni di occhi d’ogni intorno”.
Ed infine: “le sembianze di ciò
ch’era di sopra le loro teste era d’una
distesa del cielo, simile a cristallo in vista, molto spaventevole, ed era
distesa di sopra alle loro teste”.
In quel tempo il profeta Ezechiele si
espresse così per descrivere l’apparizione delle navi spaziali e dei caschi
spaziali che le creature di quei mezzi portavano sul capo, e che vestiti come
erano gli dettero la sensazione di vedere dei curiosi animali in forma umana.
E
poi, un dettato che doveva assolutamente accettare e che veniva da Dio.
Chi
erano costoro che egli chiamò Cherubini ?
Da allora sono trascorsi circa 3000
anni ed in questo nostro tempo la visione che ebbe il profeta Ezechiele si
ripete ponendoci la medesima domanda : chi sono ? Da dove vengono ?
I nostri
occhi li vedono e la nostra mente li comprende così, come in realtà sono,
piccole e grandi navi dello spazio che solcano velocemente il vostro cielo.
Moltissimi li hanno visti atterrare e molti altri si sono avvicinati nel
tentativo di conoscere e di farsi comprendere.
Notizie del genere se ne
potrebbero citare a migliaia. Molte persone li hanno visti con casco e tuta
spaziale, tanto complicatissimi, da sembrare a prima vista dei curiosi animali
in forma umana. Indubbiamente sotto quel casco spaziale, dentro quella
complicata tuta, vi era il Cherubino del profeta Ezechiele, gli stessi
Messaggeri del Cielo decisi finalmente a farci comprendere che la parola di Dio
è nuovamente in mezzo a noi.
Molti sono i Cherubini, Serafini e Troni che ci
guardano e scrutano attentamente i nostri proponimenti, preparandoci ad
accettare verità più profonde, che nei secoli dei secoli hanno sempre
sovrastato le nostre misere e confuse conoscenze. Siamo veramente sull’orlo del
grande abisso ?
Forse, siamo molto vicini a quel tempo che ci deve spingere
nuovamente al fatale errore ?
Le premesse, in verità, non mancano ed il tempo
della mostruosa energia che distrugge ha
già bussato con inaudita violenza, le grandi porte di questo nostro caro mondo.
La grande e terribile bestia dalla testa a fungo si è risvegliata minacciosa,
implacabile, irosa, decisa a distruggere, a divorare tutto senza pietà.
L’uomo è
terrorizzato e con lo sguardo rivolto
verso il Cielo, pensa, mentre una grande luminosa Croce si pone dinnanzi ai
suoi occhi. In molti si agitano in una silenziosa paura, mentre i pochi, coloro
che si credono i soli padroni del destino dell’umanità e del mondo, godono a
tenere legato ad un filo di seta la micidiale forza di un mostro che è legato a
dovere, con una mente più equilibrata e più saggia, potrebbe servire come solo
ed esclusivo mezzo di forza per i
migliori destini dell’umanità.
Ma, per sventura dei giusti e degli infermi,
ancora non prevale la ragione dell’uomo sulla bestia, ed il grido feroce e
sanguinario dell’energia resa pazza dalla mente dell’uomo, eccheggia nello
spazio con maggiore minaccia.
Ancora una volta nel grande oceano dello Spazio Siderale
sibila velocemente l’immagine di un grande pericolo. L’intervento si è reso
necessario, indispensabile. Il punto critico ha segnato il tempo e bisogna assolutamente
prevenire l’immediato sviluppo di quello successivo.
Supereremo la grande crisi
?
Loro sono sulla Terra, non sappiamo come e dove, ma ci sono, questo è certo !
Chiamiamoli come crediamo più opportuno, diciamo di loro tutto quello che
vogliamo, mostriamoli alla nostra mente come desideriamo, ma ciò non esclude
affatto che loro ci sono e per di più si fanno repentinamente vedere.
Chi sono
? Da dove vengono? Perchè sono venuti ?
Chi ha orecchie ascolti e chi ha occhi
per vedere veda ! Ma quello che più si addice al momento è di ravvedersi in
tempo e questa volta volente o dolente.
Non ponetevi spesso quella sciocca
domanda : del perchè non si fanno vedere o del perchè non scendono con i loro
mezzi nelle piazze.
Comprendetelo una buona volta e per sempre che loro ci
conoscono da remoto tempo e sanno tutto, dico tutto di noi dalla a alla z. Ogni
pubblicità sarebbe per loro inutile cosa, dico meglio, controproducente,
all’opera che debbono svolgere sulla terra.
La velleità è un vizio umano che
queste creature considerano pochissimo.
Sanno quello che debbono fare ed al
momento opportuno lo saprà tutta l’umanità. Questo è il solo pensiero che
domina le loro intelligenze. Tutto il resto non conta !
Per i derisi, per
coloro che prima degli altri hanno visto e sentito, comprenderanno per primi,
senza alcuna scossa psichica, la grande, la più grande delle verità universali.
Questo sarà il loro più giusto ed agognato premio perché in verità
i poveri di spirito vedranno il Paradiso.
E ancora : gli
ultimi saranno i primi.
Questo ho scritto e senza la mia personale
intenzione, senza un briciolo di velleità speculativa, ma poiché ho sentito, impetuosamente sentito che l’amore
di dio è in mezzo a noi con tutta la sua più grande misericordia, oggi più che
mai.
Provo un grande sgomento nel rileggere questi sparuti fogli di carta
scritta e penso, se basterebbero tutti i libri del mondo per farvi comprendere
quello che io ho compreso rileggendoli.
Sono una nullità, un briciolo di carne
viva, con un’anima lucente e chiara, e non meno dei miei simili, con una
immensa croce scintillante di innanzi ai miei occhi pieni di silenziosa e
tremolante lacrima.
Eugenio Siragusa
Catania, 18 settembre 1961
Editado por
antoniopastor555@gmail.com